2006-09-30

El pasado jueves 28 de septiembre, se realizó en el auditorio de la Cámara de Comercio de Palmira, un conversatorio sobre la seguridad en Palmira, promovido por la misma Cámara de Comercio y el Comité Cívico Intergremial de Palmira. Ahí, EL ALCALDE ADOLFO CASTRO GONZÁLEZ SE DECLARÓ INCAPAZ DE VELAR POR LA VIDA Y LOS BIENES DE LOS PALMIRANOS. Tenemos una tasa de asesinatos de 83.1 muertos por cada 100 mil habitantes, alarmante ola de atracos a residencias, transeúntes, negocios, fleteo, etc., pero el alcalde con su actitud, está dejando sola a la policía y a su secretario de gobierno. Pareciera que solo puede contener o administrar la contratación que genera su entidad.
Somos los palmiranos los que tenemos que pronunciarnos al alcalde, exigirle resultados, no podemos seguir callando, seguir siendo cómplices con las autoridades por sus ineficientes e incapaz gestión. Los gremios, los claustros universitarios, los trabajadores, la ciudadanía en general debe alzarce contra la inseguridad y contra la irresponsable actitud e incapacidad demostrada de nuestro alcalde, exigiéndole su renuncia.

MANUEL FERNANDO MUÑOZ



GOTAS DE O2
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.

¡ A PESAR DE TODO ¡

La situación de Palmira da, entre risa y escozor, y es tema obligado en todos los sectores y en todas las gentes. Pero a pesar de todo, seguimos viviendo a nuestro ritmo, al “golpe del día”. Pareciera que, a pesar de todo lo que sucede, aquí no pasara nada.

Las cifras de muertos en Palmira por violencia son impresionantes. Hay más muertos esta ciudad en seis meses, que los muertos que llevan a enterrarse a los cementerios de los pueblos grandes del Valle del Cauca en un año. Una tasa de 83,1 muertos por cada 100 mil habitantes que presenta Palmira, nos coloca como la ciudad más violenta de Colombia, casi un 100% más que Pereira y Bogotá. Esta es una cifra obtenida de los archivos del OBSERVATORIO DE SEGURIDAD constituido en la Cámara de Comercio de Palmira. En esos datos estadísticos se resumen con muy buena aproximación, los hurtos, los atracos a residencias, el fleteo, etc., datos estos que nos dibujan a nuestra ciudad, como un lugar tomado y dominado por el hampa, por el hampa criolla, esa nueva versión de colombianos que, talvez, desesperados por la grave situación de desempleo violentan la ley, perjudicando a sus conciudadanos.

Se reconoce el esfuerzo de las autoridades policiales, variando ahora sus estrategias, para contener tan altos índices delincuenciales. Este esfuerzo hasta ahora, pareciera fuese en vano, pues los muertos, los atracos, los rasponazos, continúan, ¡ a pesar de todo ¡; interesante el proyecto de la secretaría de gobierno: cámaras de video en las vías públicas y equipos para seguridad, bienvenidos sean, pero no podemos esperar 15 años para implementarlo y, ¿en este tiempo cuántos muertos, cuántos atracos más habrán sucedido?

El gobierno municipal debe implementar, junto con las autoridades de policía, estrategias inmediatas, radicales, para acabar de un tajo con tanta inseguridad en Palmira. Se deben colocar a caminar a los policías en grupos de a tres, por las vías de la ciudad, en los barrios, en la zona central, a requisar a Raymundo y todo el mundo, sin distinción ninguna, como antes lo hacían, apoyados por un equipo motorizado. El gobierno municipal debe, de manera urgente presentar estas cifras de inseguridad al gobierno y a la policía nacional, para que nos aumenten el pié de fuerza, así sea por unos 6 meses como mínimo, tiempo en el cual, con excelentes estrategias y dirección, se podría, al menos bajar estos índices a su menor expresión.
Ah! Eso si. Mientras tengamos a nuestro alcalde, el Dr. Adolfo Castro González, con esa actitud tan desatinada, actuando con tan bajo perfil, sin compromiso ni responsabilidad en este tema de la seguridad, pues no podremos salir de este “atolladero”.

Alcalde Castro, eso de que Usted no responde por la vida y los bienes de los palmiranos, es una decisión desacertada. Usted, por mandato de la ley debe y tiene la obligación de responder por sus conciudadanos, velando por su seguridad, implementando estrategias que le permitan mejorar y solucionar su calidad de vida. No es posible que UD. haya sacado el cuerpo a su responsabilidad en el conversatorio del pasado jueves 28 de septiembre. UD. está, con esta actitud, demostrando que su incapacidad ha sido total, no solo en el manejo de los recursos públicos, sino en garantizar la vida y bienes de los palmiranos. ¿Para qué pagamos impuestos? ¿Para qué, entonces, sigue UD. en el cargo de alcalde? ¿No debe mejor renunciar?

Ahí está el excelente resultado de su gestión en seguridad: 83.1 muertos con armas por cada 100 mil habitantes. Miles de atracos a las residencias; a los transeúntes; a los comerciantes, a los negocios; a los niños y niñas que salen de las escuelas y colegios y a esto sumemos la corrupción tan aberrante; qué le puede exigir UD. a sus conciudadanos, si no hay y no da ejemplo.

Dice el sabio popular: “si nuestros políticos y gobernantes nos roban, pues nosotros también robamos”. Lo que no ha entendido nuestro pueblo, es que la justicia no es para los de ruana y cuello blanco, ahí caen, ¡ a pesar de todo ¡

Muy a pesar de todo, los muertos seguirán cayendo, los atracos continuarán, la corrupción seguirá siendo fuente de riqueza de los politiqueros “rejuntados en coalición” y a pesar de todo ¡el alcalde seguirá en su cargo” y Palmira continuará en franco subdesarrollo. Me da risa y me coge un escozor, al final. ¡ A pesar de todo ¡.







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