CARAMBOLA A DOS BANDAS
POR: CARLOS ALBERTO FRANCO
Palmira, mayo 6 de 2007.
“EL VERDUGO DEL ESPACIO PÚBLICO” se encuentra en problemas. Los palmiranos saben bien a quién me refiero, a ese funcionario gris y que ostenta un poder omnímodo para aplicar – a su leal saber y entender – los acuerdos expedidos por el Concejo de Palmira. Los antecedentes de este funcionario de menor rango en la gestión del alcalde Castro González, los describe con detalles el exalcalde Luís Eduardo Mendoza, en carta que le dirige a nuestro verdugo público llamado HEBERTH VARGAS MAYOR, Jefe de la Oficina de Control al Espacio Público.
Vargas Mayor le ha dado un tratamiento “discriminatorio y perseguidor” a muchos comerciantes del centro de la ciudad, atropellando sin ningún pudor a los propietarios de pequeños y medianos negocios, que han colocado parasoles y toldos, que lo único que logran es embellecer la zona céntrica comercial y proteger, del inclemente clima, esa actividad que tanto contribuye con sus impuestos a las rentas municipales.
Se precia nuestro flamante “inspector” de aplicar a raja tabla las leyes, y como cualquier pichón de abogado, sentencia: “dura lex, sed lex”, latinajo que traduce, “dura es la ley, pero es la ley”.
El Acuerdo marco de control al espacio público y el embellecimiento del centro de la ciudad, fue presentado en su momento a consideración del Concejo, por el concejal JUAN FERNANDO REYES KURI, quien con las mejores intenciones produjo solo un “parto de los montes”: grandes alaridos y al final, nació un ratoncito.
Hoy Reyes Kuri es el candidato a alcalde de Palmira por CAMBIO RADICAL (motoísmo), y nos tiene “mamados” a todos los habitantes de esta urbe, con la cantaleta de que su Acuerdo ha revolucionado la ciudad. Eso cree él. Otra cosa creen los ciudadanos y los comerciantes, que han protestado innumerables veces ante el alcalde, los medios de información, FENALCO, el Comité Cívico Intergremial y en diferentes escenarios han cuestionado la aplicación e interpretación de la norma, pues queda al amaño del funcionario de marras. Un parasol de mediana longitud puede estar costando $3 millones de pesos, y la multa que amenazó Vargas Mayor colocarle a la óptica del exconcejal Jaime Jaimes, fue la bicoca de $80 millones. Vargas, o está loco o se hace el loco… y el alcalde calla como los bocachicos. ¿Cuándo se caerá el Jefe de Control del Espacio Público, que recientemente se levantó “piedro y furioso” en plena sesión del Concejo Municipal, en una actitud reprochable e indigna de un funcionario del Estado? ¿Si el alcalde no procede a solicitarle la renuncia o destituirlo, podrá el Personero Montealegre actuar en derecho y luego de abrirle una investigación disciplinaria y proceder en consecuencia? ¿Es Vargas Mayor amigo político del motoísmo o amigo personal del alcalde, para entender qué sucede con este funcionario atornillado a su escritorio? ¿Qué gestión brillante podrá mostrar Vargas Mayor en la solución de la problemática de los vendedores ambulantes, cuando ocupa la sede que fue comprada para ellos, (gestión Motoa Kuri, edificio banco de Santander, $600 millones de pesos), y sin sonrojarse la viene ocupando para sus oficinas, desde el año 2004?
Con tal incapacidad, la de quien nombra y la de quien es nombrado, Palmira se pregunta cómo terminará este reality. Mendoza se echó al bolsillo a buena parte de la opinión, con la carta que hoy adjunto a mis lectores, aunque muchos no la conocíamos. Buena carambola a la primer banda. La carambola siguiente es la relacionada con la derogatoria del “Acuerdo brillante” de Reyes Kuri, a menos que el Concejo de Palmira muestre solidaridad de cuerpo con el pipiolo de mostrar de la familia Kuri, y no pase nada.
Carambola a dos bandas, que no se juega en el billar que conocemos de muchachos, pero que en Palmira será posible patentarla.
DEFENDAMOS EL ESPACIO PÚBLICO EMBELLECIÉNDOLO, CONSTRUYENDO CONCERTADAMENTE CON TODA LA CIUDAD , UN ESTATUTO QUE REFLEJE EL QUERER DE TODOS LOS PALMIRANOS.
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