LA COMPETITIVIDAD: COMPETIR CON EFICIENCIA.

LA COMPETITIVIDAD: COMPETIR CON EFICIENCIA.

GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
manferoz@yahoo.com; www.manferoz.blogspot.com
Febrero 10 de 2.008.

Para reducir la pobreza en un país como Colombia, es importante aumentar el ingreso per cápita de sus habitantes. El 19,42% de la población colombiana (8´200.000 personas), sobrevive con menos de US$2 al día y el producto interno bruto per cápita es de PPP: US$ 8.585. Algo así como si cada uno de toda la fuerza laboral ganara $1´384.331,25 mensualmente. Es obvio que existe la escala salarial y la mayoría no gana ni la mitad de esta suma.

La primera política contra la pobreza es el crecimiento económico. Para lograr resultados en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico debe de tener políticas complementarias, como la reducción del gasto público y focalizar el mismo en los grupos de menores ingresos. En Colombia, el crecimiento económico ha sido insuficiente para generar prosperidad colectiva y para la resolución de los problemas estructurales de pobreza, que, según el Departamento de Planeación Nacional – DPN –, se sitúa por encima del 45%, para el 2.006.

Muchos se preguntan qué es competitividad y para qué sirve. La competitividad es la capacidad de crear negocios de inversión, para producción de bienes y servicios, capacidad de crecimiento de la industria, de innovar, ampliar mercados nacionales y extranjeros y consolidar los mercados existentes. El crecimiento económico debe asegurar: ampliación de los puestos de trabajo, bienestar sólido a la fuerza laboral con mejores salarios, que permitan progreso y desarrollo consistente y sostenido con prosperidad colectiva.

Según el informe nacional de competitividad de 2.007, Colombia tiene un bajo desempeño tanto en productividad como en exportaciones per cápita, ejemplos de ello son: un trabajador en este país produce para exportación, en 5 días, lo que un gringo produce en un día. En Chile las exportaciones son 6 veces mayores a las colombianas. Este rezago no nos permite obtener los niveles necesarios de crecimiento, para generar bienestar colectivo.

El reto en ciudades como Palmira y zona de influencia, es reducir la disolución de capitales que en los 2 últimos años (2005 y 2006) ha sido de $4.130 millones y $4.762 millones de pesos, cerrándose 34 y 24 negocios y/o empresas respectivamente, con la desafortunada cesación de puestos laborales, no estimados en cifras. Se destaca que, respecto al año 2006, en la jurisdicción de la Cámara de Comercio de Palmira se constituyeron capitales para 179 nuevos negocios y/o empresas, por valor de $6.600 millones de pesos, contra 157 empresas y/o negocios constituidos en el 2005, por valor de $6.587 millones de pesos.

Palmira requiere crear políticas, en conjunto con el gobierno nacional, que permitan atraer inversionistas con capitales importantes, para crear nuevas fuentes de producción de productos, bienes y servicios de mayor valor agregado y sofistificación para la exportación, aprovechando su estratégica posición geográfica. Se debe romper con aquellos factores negativos para hacer negocios, tales como altas tasas de impuestos nacionales y municipales; corrupción; anacrónica oferta de infraestructura de servicios; burocracia gubernamental ineficiente; crimen y robo; fuerza laboral inadecuadamente educada y formada; pobre ética de trabajo de la fuerza laboral; políticas nacionales cambiarias y de inflación, entre otros.

Vale la pena conocer el Informe Nacional de Competitividad, realizado por el Consejo Privado de Competitividad en el año 2.007, en el que se muestran las debilidades y fortalezas que tiene Colombia y las posibilidades de tener futuros ingresos equivalentes al de un país de ingresos medios alto. Duro reto tiene Palmira para generar empleo, si desde el gobierno nacional no se trazan políticas que beneficien la inversión de capitales privados, para mayor producción, bienestar y calidad de vida colectiva.

Fuente: Informe Nacional de Competitividad, 2.008, Consejo Privado de Competitividad.