2007-06-28

COLUMNA DE CARLOS ALBERTO FRANCO


SOCORRO EN SU LABERINTO


POR: CARLOS ALBERTO FRANCO.
Junio 28 de 2007.


Como “El General en su laberinto”, esa vibrante novela del libertador Bolívar escrita por García Márquez, la dirigente liberal Socorro Bustamante atraviesa su drama. Ella, como política retirada en sus cuarteles de invierno, aspiró de nuevo a servirle a su Partido, y en una decisión audáz enfrentó a José Arlén Carvajal, disputando la candidatura única a la Gobernación del Valle. El margen que obtuvo de victoria sobre este último no excedió los 3 mil votos, sobre un total apróximado a los 70 mil votos entre ambos. Parecía que todo marchaba sobre rieles, pero un bloque mayoritario de liberales vallecaucanos desestiman ese resultado y se pronuncian – si no abiertamente contra su candidatura única –, dejando abierta la posibilidad de construir alianzas estratégicas con otros candidatos, propiamente no del Partido Liberal vallecaucano. Desconozco las rencillas y desconfianzas, los amacises y conciliábulos de un partido que viene en crisis desde la primera derrota de Serpa, hace 10 años. Lo único que podría asegurar es que Socorro tiene que demostrar sus dotes de líder y hacer regresar al redil a sus colegas de ayer, sin los cuales su gobernación está francamente envolatada.
Mientras en el Valle vive esa azarosa situación, en Palmira la situación política para su grupo no es menos crítica. Recientemente el Directorio Municipal Liberal escogió, en una elección acorde con los lineamientos que trazó la Dirección Nacional Liberal, al candidato único a la alcaldía de Palmira: WILLIAM ALBERTO RODRÍGUEZ CABAL. Equivocada decisión, que poco le aporta a la plaza roja de Colombia, que desde hace tiempos está huérfana de poder. En asunto tan vital no es posible equivocarse en la escogencia de quién dirija al municipio, en los próximos 4 años. Rodríguez Cabal representa al más aventajado maestro en el arte de manejar la politiquería y la contratación, pues como concejal veterano de mil batallas – perteneciente en otras coyunturas a Cambio Radical y a Convergencia Ciudadana –, no le garantiza de manera alguna al liberalismo regresar al poder. Rodríguez Cabal, como todos los 19 concejales de Palmira, ha formado parte de esas coaliciones políticas perversas, que hoy son liberales, mañana son uribistas y luego nadie sabe en qué terminan, aunque los Kuri siempre las manejan trás bambalinas. Los viejos liberales palmiranos, aquellos mayores de 55 años, jamás votarán por un candidato que no les garantiza pulcritud, ética, buen gobierno, firmeza y que ha estado en el ojo del huracán por su inveterada costumbre, de colocar a su familia en los cargos del Estado y aprovecharse de dicha situación, nada más y nada menos que en ACUAVIVA, empresa de servicios públicos en la cual su esposa es la jefe de control interno. Gajes del poder direccionados por Motoa, ordenados por Castro el alcalde, avalados por Socorro y sus 2 concejales y usufructuados por Rodríguez Cabal.
Alternativa Liberal Popular, la agrupación que “chalanea” Socorro Bustamante y Janeth Restrepo, cargarán a sus espaldas al “pastor” evangélico William Rodríguez Cabal, quién ni corto ni perezoso se hizo a un aval que no le cuesta mucho, como si le costará a Socorro, que dio un salto al vacío al apoyar a un candidato que carece de carisma y que enterrará los escasos atisbos de reposicionamiento liberal que, en las actuales circunstancias pudo tener el Partido de Orejuela Bueno. Ante el avance de Arboleda Márquez (caicedismo) y la “aterrizada” en Palmira de Miguel Motoa Kuri, las posibilidades de Rodríguez Cabal tienen menos “chico”, que un prostíbulo en la plaza de San Pedro en Roma. Seguro que regresará de nuevo a su cúrul en el Concejo. Socorro quedará libre de apuntarse a una nueva carta y “colorín colorado”, este cuento se ha acabado.


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2007-06-26

COLUMNA DE MANUEL FERNANDO MUÑOZ

LOS MERCANTILISTAS Y TRAFICANTES DEL AGUA DE LOS PALMIRANOS.


GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
Junio 26 de 2007.

Todos los palmiranos han padecido como usuarios de ACUAVIVA, en los 10 años que esta empresa lleva operando el acueducto y el alcantarillado municipal. No puede dejarse de reconocer que la calidad y responsabilidad del servicio que presta esta empresa es bueno, pero al igual es muy importante destacar que esta compañía, por su monopolio en la prestación de dichos servicios, ejerce su operación con exceso de abuso y arbitrariedad unilateral, en contra de sus usuarios.

Lo que la sociedad palmirana debe reprochar y condenar, es la …“absoluta negligencia del municipio de Palmira para vigilar y defender los intereses que como socio de la misma posee”…, intereses que son, ni más ni menos, los intereses de todos los palmiranos, dueños de la infraestructura del sistema de acueducto y alcantarillado. Esa negligencia comprobada en la última auditoria de la Contraloría Municipal, es la real capacidad de incompetencia e irresponsabilidad, no sólo del actual alcalde Castro, sino de las administraciones de los alcaldes Calle y Motoa, junto a sus concejales.

Es indiscutible que ACUAVIVA no tiene la culpa de la privatización del agua en Palmira. Esta firma comercial se creó por la incapacidad, incompetencia, desconocimiento y falta de responsabilidad – política, técnica, social, económica y de visión de negocios – de la clase política dirigente palmirana, quienes terminan beneficiando de un gran negocio a una transnacional francesa y perjudicando al pueblo palmirano.

Las EMPRESAS MUNICIPALES DE PALMIRA – EMPALMIRA -, fueron bien administradas hasta el año 1991, a pesar de las dificultades en el funcionamiento de las plazas de mercado y del matadero, ésta empresa generaba utilidades. Las estadísticas financieras de EMPALMIRA se desdibujan desde 1992 cuando empieza a producir y a arrastrar pérdidas, propiciadas por una gran corrupción dentro de la empresa y por la dirigencia política local. Entrada en vigencia la Ley 142 de 1994 – esa hoy fatal ley de los servicios públicos – que favorecía la privatización de la prestación de esos servicios en aquellos municipios en que sus empresas públicas estuvieran presentando problemas operativos, económicos y administrativos, fue pues la “tabla de salvación” de los incapaces políticos palmiranos: privatizaron los servicios del agua y alcantarillado, comunicaciones, alumbrado público, aseo y disposición final de basuras. Cerraron el matadero y dejaron al municipio la administración de las plazas de mercado. Acabaron con EMPALMIRA.

Llama poderosamente la atención la falta de estudios respecto al tema, la nula visión y de capacidad de negocios, de los dirigentes que concibieron los proyectos de acuerdo municipal, con los que el alcalde de entonces Guillermo Cabal Vélez y sus concejales privatizaron esos servicios. Es totalmente carente de conocimientos e investigación el concejal motoísta, Edgar Gustavo Arias Afanador en las consideraciones de la ponencia que presentó al proyecto de acuerdo, con la cual dio el primer si a la privatización del agua en Palmira. El informe de la Comisión IV del Concejo Municipal (integrada por los concejales Eduardo Alfonso Correa, Oswaldo Díaz y Henri Caicedo), es solo un documento de soporte jurídico, en el que tampoco se visualiza el potencial negocio que tienen entre sus manos y que están entregando a empresarios privados. Una curiosidad que llama la atención, es al inicio de un renglón de dicho informe en el que aparece la pregunta ¿QUÉ ES LYSA?, sin que exista en los párrafos anterior o posterior consideración o respuesta alguna a esa pregunta, lo que indica que “ya estaba cocinada” esa privatización y que el beneficiado era LYSA. No queda duda ninguna.

Los políticos palmiranos: Guillermo Cabal Vélez - con su jefe Manuel Francisco Becerra – (hoy caicedismo: Jorge y Julio), Miguel Motoa Kuri, María del Socorro Bustamante, Gustavo Cataño José Antonio Calle Forero y los concejales: Libardo López, Iván Eusse, Luís Eduardo Mendoza, Eduardo Alfonso Correa (pidió perdón públicamente y viene trabajando en la recuperación de esta empresa para el municipio), Henry Caicedo, Jairo Quintero, William Espinosa, Janeth Restrepo, Francisco Pinilla, Oswaldo Díaz, Alfredo Rodríguez, Antonio Ospina Carballo, Edgar Gustavo Arias, Pedro Nel Ospina, Ramiro Echeverry, Medardo Mójica, Luís Alfonso Castillo Bedoya, entre otros, fueron quienes entregaron a EMPALMIRA a manos de los empresarios privados (LYSA, TRANSTEL, EPSA-PHILLIPS Y PALMASEO), favoreciéndose todos ellos en esos grandes negocios.

La mayor beneficiada del negocio del agua fue la transnacional francesa LYONAISSE DES EAUX, quien con solo US $205 mil dólares de capital inicial, obtuvo el 48% de las acciones de ACUAVIVA. El municipio de Palmira, el otro socio, participa con la nada despreciable suma de US $41.571.000 dólares – capital 200 veces mayor al aportado por LYSA – y, mientras los franceses se llevan alrededor de US $2.460.000 dólares por año de Palmira a su país Francia, a los palmiranos sólo le quedan US $660 mil dólares por anuales por concepto de arrendamientos. ¡Si los pagan! Es decir, los franceses obtienen en el negocio un 98,59% de utilidades, mientras en Palmira sólo queda el 1,41% de ganancias por arriendo. Tremendo “negoción” que los políticos palmiranos le entregaron a los venidos de Francia. ¡Así quién no negocia!

Queda la preocupación de los comentaristas por las constantes criticas, quejas, rabias, maldecires, etc., de la ciudadanía por los abusos y extralimitaciones de ACUAVIVA, aunque pareciera que el pueblo no alcanza a comprender que la culpa es de esa clase política que hoy está pidiéndole otra vez su voto para que los elija, ya sea como alcalde o como concejales o diputados o gobernadora. Y, es ahí en donde también radica la inquietud por visualizar si, en las próximas elecciones, que en octubre venidero se llevarán a cabo, van a reelegir a sus propios y permanentes verdugos, o al fin se les va a dar el castigo merecido, renovándolos por una nueva dirigencia política seria, responsable, comprometida y políticamente cohesionada con las necesidades del pueblo palmirano.

Agradezco al ingeniero MARIO ALEJANDRO PÉREZ RINCÓN, sus aportes para esta columna.


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COLUMNA DE NAPOLEON ROJAS.

COLUMNA DE NAPOLEON ROJAS.

CIUDAD REGION
PLAN ESTRATEGICO PRODUCTIVO DE SEGURIDAD Y RIQUEZA PARA PALMIRA Y LA REGION


Por: NAPOLEÓN ROJAS

El estado a nivel municipal debe y puede cumplir un papel activo y determinante a favor de aquellos que en la estructura social y económica se hallan en desventaja. Gracias a esa acción pública orientada mediante un plan estratégico, se propicia el bienestar y la felicidad de los sectores sociales más vulnerables.

La controversia sobre como hacer y dirigir esta acción de gobierno, simplemente se refiere a cuales son los instrumentos idóneos de seguridad social, económica, ambiental y de lo público. El marco o espíritu de estos instrumentos, al cual pretendo referirme a grandes rasgos, es el que deberán usar Alcalde y concejales a propósito de la CIUDAD REGION; y no requiere, no admite mayor discusión, que la de su alcance territorial.

Dicho distinto, la única manera para que la ciudad progrese integralmente, y sobresalga en Colombia por su pujanza y desarrollo y sus habitantes tengan seguridad y bienestar, es que asuma un modelo de desarrollo que trascienda sus fronteras y ubique la ciudad en una posición de comando y liderazgo en la región.

El viejo eslogan de Palmira para los palmireños debe ser cambiado por uno que interprete su actual característica de ciudad cosmopolita y atraiga inversión y riqueza de otras circunscripciones territoriales.

Si la clase dirigente no cambia el rumbo del desarrollo de Palmira y continua con el actual modelo de visión corta, limitado territorialmente a su geografía y circunscrito, como ocurre actualmente, exclusivamente a un plan de vivienda desarticulado de los instrumentos del progreso, estará encerrándose en su atraso y pobreza, en contravía de la tendencia general hacia la apertura, que si proyectan ciudades de gran avanzada como Bogota o Medellín.

En tal virtud, la acción de gobierno y la inversión pública de Palmira, debe dirigirse a crear circunstancias propicias para que la ciudad se convierta en imán de la riqueza de su entorno. He aquí algunos lineamientos para este propósito:

A- Manejo correcto de las finanzas municipales reduciendo gastos, construyendo ahorro y priorizando la inversión, para no disparar pequeñas obras y contratos en regadera, que no permiten ejecutar grandes obras de uso regional masivo.
B- La inversión social que se ejecute, debe estar mentalizada para Palmira y la región
C- Las obras publicas como Hospitales, Escenarios deportivos, Matadero de ganado, Central de abastos, y Terminal de transporte, para citar algunos ejemplos, deben ser construidas pensando su uso para Palmira y la región.
D- Política de estímulos tributarios atrayente de industria y comercio.
E- Politicas y ejecuciones para el establecimiento de un comercio local competitivo.
F- Amoblamiento o embellecimiento de la ciudad.
G- Eventos deportivos y recreativos como la feria internacional de la agricultura.
H- Coordinar con los Alcaldes de los Municipios vecinos el marco legal para establecer la asociación metropolitana de municipios y acceder a programas conjuntos de mejoramiento de vías de comunicación, estímulos económicos para el transporte de estudiantes a colegios y universidades de Palmira, planes de servicios públicos, deposito final de basuras, acciones conjuntas para la conservación de los recursos naturales como nacimientos de agua en el páramo de las hermosas

Ejemplo de beneficio para Palmira con una obra de interés regional:

Veamos: Si ponemos coto al despilfarro en la salud, y se invierte en el hospital con animo de servicio eficiente para Palmira y la región, ampliando la cobertura de servicios y su planta física, construyendo una buena sala de cuidados intensivos y en general adecuándolo al nivel tres, podríamos terminar con el deplorable hecho de ver trasladar los enfermos de mediana urgencia al departamental de Cali, y además, atraer pacientes de nuestros municipios vecinos.
Recuerdo que anteriormente, cuando se presentaba el caso de un enfermo en el municipio de Pradera, el paciente era remitido al hospital de Palmira. Actualmente, son remitidos, desde Pradera, directamente a la ciudad de Cali porque los médicos saben que en el hospital de Palmira, poco se puede hacer por su salud.
De esta manera se desaprovechan oportunidades para la ciudad. Sigamos el ejemplo: ¿Que ocurre cuando un paciente se hospitaliza en un lugar? Lo primero que ocurre, es que su entorno familiar se moviliza hacia ese sitio. En consecuencia, se generara allí, una actividad comercial de ayuda múltiple. Se beneficia el señor de la droguería porque vende la formula medica, el señor del almacén porque vende la pijama para el enfermo, el señor del restaurante porque vende almuerzos, etcétera. En resumen, ganan los compradores, los vendedores, la economía local, aumenta el empleo y se incrementa el flujo de impuestos para el Municipio. Esto eleva el nivel de vida de todos, aquí en Palmira.

Toda obra pública realizada con criterio de uso regional como un parque recreativo, el Terminal de transporte, la central de abastos, o un evento público como la feria internacional de la agricultura, es atrayente de riqueza porque reactiva la economía local.

Existe una coyuntura que favorece. El final de la vigencia, en el municipio de Palmira, de la ley 550 libera recursos propios para inversión y amplia la capacidad de endeudamiento y con buena imaginación y gestión se puede acceder a recursos nacionales e internacionales para grandes obras. La ciudad en que vivimos es un territorio propicio para ser modelo de desarrollo regional en todas las áreas, porque la gran cercanía de nuestros Municipios posibilita una marcada influencia sobre ellos. De hecho, toda circunstancia social, económica o política que ocurra en Palmira surte su reflejo inmediato en estos.

Con extraordinaria localización en la geografía Vallecaucana, el aeropuerto internacional, la zona franca, el privilegiado clima, su rica tierra y la paciencia de sus nativos, entendida en el buen sentido cristiano de la palabra; nos queda pendiente un buen gobierno municipal de cambio, que aplique un ambicioso modelo de desarrollo: LA CIUDAD REGION.

2007-06-20

COLUMNA DE JORGE LONDOÑO ARIZA

¿HASTA CUÁNDO EL DESASTRE DE PALMIRA?...
LA DIRIGENCIA POLÍTICA DEBERÍA TENER LA RESPUESTA

Por: Jorge Londoño Ariza – Vía Internet.
Jlk437@yahoo.es


¡Claro!, si los candidatos a la alcaldía dijeran cuándo y cómo se soluciona toda la problemática administrativa de Palmira, comprometiéndose en tiempo y espacio, se agarrarían de las "mechas", porque destaparían un pasado tenebroso y los políticos tienen un axioma para evitarlo: “no echamos mano del espejo retrovisor”.
Ser alcalde sin establecer las responsabilidades de sus antecesores, es asumirlas, por eso los parroquianos ingenuos y los simpatizantes de turno, repiten el segundo axioma: “eso viene desde atrás, todos son responsables”. ¡Calumnias de la oposición! – repiten.

Pero no aparecen los responsables de esta adversidad. No estamos preparados para un juicio político, ni queremos la reconstrucción territorial. De la anarquía nadie se escapa. ¡Los ciudadanos toleramos la violación de la norma y todos somos culpables!. Las cifras evidencian nuestro cinismo: Jamás exigiremos una explicación a quienes ocasionaron el pasivo de $100 mil millones, que obligó al municipio a postrarse ante la intervención económica, Ley 550. El cálculo actuarial nos dice que debemos pagar por el Fondo de Pensiones (Patrimonio Autónomo) la bobadita de $285 mil millones en los próximos años, sin embargo, nos enfrascamos en el cortoplazismo como el avestruz y nadie se preocupa por reducir los $65 mil millones de gastos de funcionamiento, porque quienes ponen los votos, no se pueden dejar sin burocracia. Por eso es de común conocimiento: “La política se hace con los dineros del Estado”. Los sueldos siempre serán insuficientes para recuperar los gastos de la campaña, a pesar de la descomposición ética.
Nos esperan 191 procesos administrativos, penales y laborales, calculados en $ 733 mil millones para los próximos años, lo que significa una situación de 7 veces a la intervención económica que tenemos hoy por Ley 550 y que perturbará la tranquilidad de los palmiranos conscientes de la negligencia de nuestros dirigentes.
Las demandas de los concejales que fueron sancionados por 10 años y luego reducida la sanción a un año, ocasionarán un gasto por pago de indemnizaciones para el municipio, por $600 millones.
Recibimos $65 mil millones al año del Situado Fiscal, pero de este rubro un alto porcentaje estimulará la podredumbre en estudios, conferencias, diagnósticos y capacitaciones, que sostienen las "costumbres políticas" que nadie quiere cambiar y las amas de casa ingenuamente asisten a esas reuniones, para firmar esas planillas que legitiman esos contratos a cambio de una gaseosa y un pandebono.
Y cuando los parroquianos escuchan decir que el presupuesto de Palmira es de $146 mil millones de pesos, con partidas globales difíciles para que nadie las pueda controlar, desconocen que sólo $20 mil millones son para inversión con recursos propios y el 60% de esta cifra se extravía en el camino. El problema no es tanto lo que debe de hacerse por Palmira, el problema es el billete, el problema es la premeditación y el dolo.
No se presentan proyectos para obtener recursos del orden nacional, pero a nadie le dicen que esas transferencias tienen dueños en el congreso y que quienes las gestionan cobran por traerlos y si no se paga la coima, no las entregan.
El grito y la rabia de la comunidad se concentra en la inseguridad galopante en las calles de Palmira, pero nadie reclama porque saben que la inseguridad no es a causa del hambre, como dicen los políticos, sino del vicio. Los jefes de los delincuentes tienen capacidad económica para adquirir vehículos, portan el mejor celular, visten a la moda, calzan las mejores zapatillas y se “cagan” de la risa ante el miedo de coadministradores, policías y burócratas. Le dicen a los parroquianos que la inseguridad es efecto de la pobreza de gente buena en los barrios populares, que no tienen para una panela, menos para comprar un revolver que está por el orden de los $600 mil pesos, ni de pagar los costos que los delincuentes abonan por mantener la ley del silencio.

Nadie le hace frente a la cartera morosa de $25 mil millones adeudada por los dueños de la tierra y ninguna autoridad competente reconoce que el Instituto Agustín Codazzi, perdió ante reclamos de los acaudalados de Palmira, $16 mil millones de pesos en manos de funcionarios, que jamás fueron recriminados por sus jefes políticos. Denuncias hubo, pero sanciones nada.
Nadie entiende (o mejor, sí entiende) por qué al Hospital Raúl Orejuela Bueno, le trasladaron este año de Promoción y Prevención (Transferencias de la nación) $ 3.500 millones, mientras al San Vicente de Paúl, lo dejaron en la inopia; y quizás la gente no recuerde que los doctores Alfredo Olivares, director del hospital San Vicente y su esposa Dora Alicia Concha, Secretaria del Salud del municipio, fueron destituidos de sus cargos, ante el silencio de Carlos Fernando Motoa Solarte, quien los tenía en su cuerda política y hoy están premiados con cargos administrativos en COOMEVA.
Nadie quiere hacer justicia con el municipio, que ha pagado en conciliaciones la medio friolera de $4.900 millones, sin que haya acciones de repetición contra los responsables del detrimento patrimonial en las administraciones Motoa – Castro, arropados con el manto de la impunidad.
Nos hacemos los desentendidos al saber que el municipio pagó en el 2006 por estudios de caracterización de residuos sólidos (basuras) $350 millones, sin contar los 1.500 millones que irregularmente se le han entregado a PALMASEO por subsidios. Lo de GESCOP es una vergüenza, el doctor Motoa Kuri no vio la falsificación de documentos públicos y anomalías del convenio; y hoy cursa una demanda por $6.500 millones de pesos ante el Contencioso Administrativo del Valle, que como cosa curiosa, todo el mundo sospecha que será fallado en contra del municipio.
Que se gastaron $140 millones de pesos en control de hormigas arrieras (11 contratos) y las hormigas siguen tan dinámicas, debido al control equivocado del bicho, que mantienen vivos los argumentos para la autorización de más contratos, a través de personas naturales y jurídicas que resultan ser las mismas en esas transacciones.
Nadie se explica cómo se gastaron $1.900 millones en Desarrollo Empresarial, en la peor crisis ocupacional e industrial de Palmira, si todo economista sabe que el desempleo depende de las políticas macroeconómicas del gobierno nacional y no de los municipios. El desempleo es el reflejo de la problemática nacional, que a ninguno de los dueños de la moneda le conviene solucionar.
Nadie quiere hacer nada ante la desvalorización de las acciones de Telepalmira, que pasaron de $45 mil a $15 mil millones de pesos, manteniendo en riesgo el 40% del capital accionario del municipio en esa empresa.
Hay que vender el componente accionario del Municipio de Palmira en DICEL, porque la intermediación eléctrica dejó de ser rentable para el municipio, debido a la comercialización que adquirieron los generadores de energía; además esta empresa se ha convertido en una agencia de empleo de familiares políticos en el poder.
¿Por quién votaremos?... ¿Quién ocasionó el daño y quiere volver al gobierno municipal?... ¿Acabaremos con el flagelo de la pavesa, o nos volverá a atropellar el presidente Uribe, con otro decreto para proteger a los dueños de los ingenios?...
¿Por qué han tenido que ser los veedores y ciudadanos, quienes formulen denuncias en las fiscalías y Procuraduría y no los representantes de la comunidad en el gobierno y corporaciones públicas?... ¡Claro, hay una explicación!: la falta de autoridad política, jurídica y administrativa, que permite el desgobierno, la irresponsabilidad y la barahúnda tolerada por la primera autoridad del municipio en todas las áreas: en el tráfico vehicular, en el espacio público y en la contratación. El Bosque y el Teatro Municipal son una ruina. Los padres de familia y el hambre de los niños con desnutrición progresiva en las casas sin agua del barrio Simón Bolívar, son una desgracia. Sin embargo, Álvaro Arbeláez en representación de los accionistas, grita complacido en el recinto del Concejo: ¡Acuaviva no es una entidad de beneficencia!...
La actividad política se vulgarizó con la firma de pagarés y desapareció la titularidad de la palabra. Los palmiranos nos quedamos sin a quien respetar y ya no sentimos admiración por nuestros dirigentes, no hay liderazgo, no hay solidaridad ciudadana ¡claro!, a ellos no les importa
La reciente auditoria de la Contraloría de Palmira, dejó en evidencia el engaño de ACUAVIVA, la ineptitud del alcalde de Palmira en esa junta directiva; y lo ficticio del Control Interno y Externo, son comicidad. Los miles de millones que se han tranzado entre ACUAVIVA, el alcalde y la dirigencia política encabezada por Miguel Motoa, está por el orden de los 34 mil millones en los últimos 8 años, en contra de la comunidad palmirana. Sin contar por ahora, los miles de millones de pesos que se dejaron de cobrar a las empresas de servicios domiciliarios entre los años 2000 a 2006, por ocupación del espacio público aéreo y subterráneo del Municipio de Palmira.

Finalmente cabe preguntar: ¿Cuál será el acuerdo de voluntades para sanar las heridas de este terrible daño, que perturba la tranquilidad entre los palmiranos?... Si no hay un cambio de actitud en el manejo de los recursos ciudadanos, de lo que sí podemos estar seguros, es que no habrá paz entre las partes, en esta rancia y desagradable discusión política y social.


Palmira junio de 15 de 2007

¿Hasta Cuando el Desastre de Palmira? – Jorge Londoño Ariza – http://despiertapalmira.blogspot.com/ en la Red.

2007-06-19

COLUMNA DE CARLOS ALBERTO FRANCO

¿CUÁNTO VALE UN CONCEJAL?


Por: Carlos Alberto Franco



Poder político y poder económico van de la mano, aquí en Palmira y en el resto del país. Aspiraciones políticas insuficientemente blindadas en una organización partidista respaldada en una chequera, generalmente fracasan. El asunto es sencillo y las matemáticas no fallan. Haré un presupuesto “ajustado” de un candidato a concejal de Palmira (elecciones de octubre de 2007; periodo 2008-2011), sobre la base de los últimos cuatro meses de campaña; posteriormente confrontaré economía versus aspirantes en lucha y finalmente se concluirán las posibilidades ciertas para “cazar” la curul por 4 años. Uno: Costos directos. Alquiler de sede política; salarios de secretaria, auxiliar de sistemas y mensajero; servicios públicos, aseo y vigilancia – otros. Valor por 4 meses: $12 millones. Dos: Propaganda: Radio y TV local, pasacalles, volantes y afiches. Valor por 4 meses: $20 millones. Tres: Apoyo y logística a lideres barriales: Costos de salarios integrales a 7 “capitanes” de las comunas urbanas ($500.000 x 7 x 4 meses). Subtotal: $14 millones. Se responsabilizan de “asegurar” 300 votantes/comuna, bajo la figura del denominado “voto-amarrado”. La proyección de dicho electorado permite obtener un mínimo de 2.000 votos. Cuatro: Movilización del día de elección: Costo de taxis y motoratones; testigos electorales y almuerzos. (Cálculo para un total de 10 taxis, a razón de $120.000 c/u). Los testigos electorales se estiman en 50 (1 por cada 8 puestos de votación, a razón de $50.000 c/u). Subtotal $3.7 millones. Resumen Final: Los anteriores costos ascienden a $50 millones de pesos. En cuanto a las posibilidades de llegar a ocupar una curul en el Concejo - además de enfrentar a 19 concejales antiguos que pelearan su reelección - se estima que 10 partidos políticos presentarán 10 listas con 19 integrantes cada uno. Ello quiere decir que solo habrá 19 puestos fijos para un total de 190 aspirantes, o sea una relación de 1:10; difícil, más no imposible. En conclusión: si el aspirante avalado por un partido político quiere ser Concejal entre 2008-2011, debe gastarse $50 millones asegurándose un mínimo de 2.500 votos y 3.000 con margen de seguridad, corriendo con mucha suerte en el umbral y la cifra repartidora. La inversión y/o gasto sería de $20.000/tarjetón, valor este que resulta inalcanzable para muchos aspirantes, que luchan transparentemente y con poco billete para ocupar una curul. ¡Veinte Mil pesos es igual al valor del “voto pagado” sin esfuerzo alguno o el usufructo que recibe quien vende su conciencia y el sagrado deber de elegir, y que el político corrupto paga en efectivo y/o con una caneca de aguardiente y caja de lechona!. Lastimosamente una cuarta parte de los concejales utilizan esta última práctica; nadie - y menos las autoridades - se percatan de la “compraventa electoral” y al final, nuestra democracia sigue siendo de papel, ilegítima y viciada hasta los tuétanos. ¿Vale el esfuerzo para llegar a Concejal, ese político que es expresión del pueblo y que en 4 años de desempeño arbitrará fondos por $600.000 millones de pesos del presupuesto municipal? Sí usted lo escoge, no se equivoque al marcar el tarjetón.


Palmira, Junio 15 de 2007 francodemalatesta@yahoo.com

COLUMNA DE JORGE LONDOÑO

EL AFÁN DE ACUAVIVA
Una desgracia para los palmiranos


Por: Jorge Londoño Ariza
Jlk437@yahoo.es




Los palmiranos pagamos vía tarifa el valor de un software que los franceses (Lysa) le vendieron a ACUAVIVA por $2 millones de dólares y luego con el beneplácito de Miguel Motoa en la junta directiva, modificaron el contrato devolviéndole la propiedad del software a Lysa; y no contentos con esto, el alcalde Miguel Motoa como presidente de la junta directiva, no se opuso a que los palmiranos pagáramos durante 9 años (2003 – 2012) vía tarifa, cerca de $25 mil millones de pesos, como consecuencia de un nuevo contrato de asesoría técnica innecesario con los franceses. El municipio de Palmira le otorga subsidios por valor de $5 mil millones de pesos a la empresa ACUAVIVA, cuando estaban incluidos en la estructura tarifaria por acuerdo del contrato de arrendamiento. Siendo así, los estratos 1, 2 y 3, debieran estar pagando menos costo por el servicio de acueducto y alcantarillado.
Esos subsidios fueron aprobados por lo coalición de Adolfo Castro y Miguel Motoa en el Concejo y cancelados por ellos mismos a ACUAVIVA; por eso nos queda la impresión que los caciques de esta aldea llamada Palmira, no solamente arruinaron los servicios públicos para entregárselos a los franceses, sino que siguen lucrándose de ellos.
La empresa ACUAVIVA se niega a consignar $12 mil millones de pesos para el Fondo de Reposición de Activos, cuando la infraestructura de acueducto y alcantarillado es propiedad del municipio, es decir, de los palmiranos. Y como si fuera poco, el doctor Motoa en su alcaldía, intentó que ese Fondo lo constituyera el municipio, pero espléndidamente esas intenciones le fracasaron.
Afortunadamente hoy, se adelanta una Acción Popular para que ACUAVIVA cancele estos dineros. ¿Por qué tanto silencio?... ¿Cuánto valen los intereses monetarios de todo este dinero retenido propiedad del Municipio de Palmira, es decir, de los palmiranos?... Ya que la justicia no ha podido castigar a los responsables de toda esta iniquidad, vale la pena indagar si estamos dispuestos a castigarlos de una manera ejemplar en las urnas. ¡Deberían estar en la cárcel!.
Los alcaldes Miguel Motoa y Adolfo Castro, con voz y voto en la junta directiva de ACUAVIVA en representación de los palmiranos, jamás reclamaron los $50 mil dólares mensuales que ACUAVIVA desde 1998 debió transferirle a la CVC, para la protección de nuestra Cuenca Hidrográfica del Río Nima que nos abastece del precioso líquido.

Sabemos de los antecedentes de los franceses en las empresas que ellos manejan. Mi hermano de letras, Antonio Caballero, ya lo dijo no hace mucho en la Revista Semana: “…la empresa francesa Lyonnaise des Eaux, que sabe tanto de tratamiento de aguas negras como de tratamiento de políticos. Incluye todo: costos reales, sobornos, comisiones ilegales, vacuna a las guerrillas de la zona, pagos al comandante del batallón local, la minuta del bufete de abogados internacionalistas que va a resolver los problemas con el Estado colombiano por incumplir las cláusulas de costo y tiempo del contrato, la minuta del bufete de abogados penalistas que defenderá a la empresa cuando sea acusada de haber pagado sobornos, comisiones y vacunas; el pago de jueces; el pago de guardaespaldas; el pago de propinas…”.

Los padres de familia y los niños con desnutrición progresiva en las casas sin agua del barrio Simón Bolívar, son una desgracia. Sin embargo, Álvaro Arbeláez en representación de los accionistas, grita complacido en el recinto del Concejo: ¡Acuaviva no es una entidad de beneficencia!... ¿A dónde está el Pinocho que se proclama el defensor de los pobres?...
La reciente auditoria de la Contraloría de Palmira, dejó en evidencia el engaño de ACUAVIVA y la ineptitud del alcalde de Palmira en esa junta directiva. Lo ficticio del Control Interno y Externo en esa empresa, son comicidad.
Y ahora cuando faltan 5 años para que se cumpla el vencimiento del contrato de arrendamiento (27 de diciembre de 2012) de manera sorprendente, ACUAVIVA exige la prórroga del contrato, ad portas de una campaña política para elegir alcalde y concejales. La empresa ACUAVIVA da por hecho que mantendrá el dominio sobre el acueducto de Palmira por los próximos 20 años. Por eso cabe preguntar: ¿En esta campaña política estaremos expuestos al soborno para los jefes políticos, quienes ordenarán a los concejales hacer lo que ACUAVIVA y los agentes de los servicios públicos están proponiendo?...
Por todo lo anterior, es que resulta sospechoso que los franceses en cabeza de Arbeláez, exijan una prórroga y que el negocio se haga antes de las elecciones del 28 de octubre; y el motoísmo en el gobierno con Adolfo Castro, sea quien solicite al Concejo las facultades para la dilación de este atropello. ¡La comunidad pide no continuar!, pero de hacerlo, debe ser el resultado de una Consulta Popular y no la prórroga. La comunidad espera que los concejales no negocien sin consultar y nos digan cuál será el papel de los partidos como bancadas en representación de la comunidad palmirana.
Creemos desde ya, que los afectados debemos saber cuál es la posición de los candidatos a la alcaldía, concejales; y cuál será la de los nuevos aspirantes a esa corporación.
La comunidad Palmirana, debe exigir ya mismo el pronunciamiento de Diliam Francisca Toro, Miguel Motoa, Carlos Fernando Motoa, Gustavo Cataño, Manuel Francisco Becerra y de los líderes de los grupos independientes con representatividad en las corporaciones públicas y de Palmira, Valle y Congreso de la República. Omito el nombre de Marìa del Socorro Bustamante, porque todos conocimos su férrea oposición a la privatización de la manera como se hizo.
Ante este panorama, las preguntas ya se escuchan en los tertuliaderos y filas de los bancos, con recelo y asombrosa sencillez: ¿Por qué tanto afán y en plena campaña política?...
Las quejas de la comunidad exigen una respuesta. Debe haber un punto de concertación entre la dirigencia política, el municipio, la comunidad y ACUAVIVA; para resolver el grave conflicto entre el presupuesto de los palmiranos, tarifas complementarias y la estructura de costos por la operación de la empresa, que resulta abusiva a causa de la intermediación política, sueldos y corrupción, que afectan la tranquilidad de familias airadas, a punto de explotar.
El Concejo debe ser enfático en no dilatar la vigencia del contrato; y si le da miedo, que abandere una consulta popular sobre el tema. ¿Cuánto tendríamos que pagarle los palmiranos a los franceses y a los particulares socios de ACUAVIVA durante los próximos 20 años?. Imposible mantener un contrato en estas condiciones vistas, sometiendo a padres de familia a sacrificar la recreación de sus hijos y aumentando la cifra de familias en los barrios populares, que subsisten ente la miseria y el hambre. ¡Vayan y véanlo!.

Finalmente abarca la pregunta: ¿Cuál será el acuerdo de voluntades para sanar las heridas de este terrible daño, que perturba la tranquilidad entre los palmiranos?...
Si no hay un cambio de actitud en el manejo de los recursos ciudadanos, de lo que sí podemos estar seguros, es que no habrá paz entre las partes, en esta explosiva y desagradable situación política y social.

Junio 10 de 2007

El AFÁN DE ACUAVIA – Una desgracia para los palmiranos – Jorge Londoño Ariza

2007-06-16

IL ÉTAIT FRANÇAIS DE PALMIRA

ACUAVIVOS Y ELECTOREROS EN APUROS
IL ÉTAIT FRANÇAIS DE PALMIRA


GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
VÍA INTERNET.

Las empresas Lyonnaise des Eaux – multinacional del agua francesa – y su hija ACUAVIVA – operadora y administradora del acueducto y alcantarillado de Palmira, Colombia – están viviendo con 5 años de anticipación, su mala hora. Se están jugando su futuro, para sobrevivir 20 años más en el “negoción” que se ganaron hace 10 años, cuando obtuvieron el contrato para prestar en este municipio el servicio de acueducto y alcantarillado.

No es difícil olvidar cómo los dirigentes del liberalismo y de otras organizaciones polítiqueras, se “robaron” de muchas formas a EMPALMIRA durante numerosos años. De ahí, de la incapacidad administrativa y de la corruptela de los políticos tradicionales, desembocaron en la aplicación de la nueva ley 142: privatizaron a EMPALMIRA, sin que los palmiranos se opusieran. Son demasiadas historias las que hoy se tejen alrededor de dichas privatizaciones. Una de ellas, es la de las cajas que recibieron los concejales en una finca en el corregimiento de La Quisquina, cajas que eran iguales y dentro contenían entre $5 y $200 millones de pesos; cada una iba marcada con el nombre del concejal que había apoyado con su voto la entrada de los franceses a Palmira y el dinero que ellas contenían, pagaba con creces el trabajo del concejal en dicho proceso de privatización. Esa fue la prima de éxito ganada por los concejales.

Esta historia nos conduce a aquella columna de Antonio Caballero, publicada en la Revista Semana hace casi 14 años, en la que se refería a la empresa Lyonnaise des Eaux, cuando obtuvo el contrato de recuperación del río Bogotá. Escribió Caballero: “sabe tanto de tratamiento de aguas negras, como de tratamiento de políticos… en sus presupuestos incluyen todo: costos reales, ‘sobornos’, ‘comisiones ilegales’ y el pago de ‘propinas’, valores que al final terminan pagados por sus usuarios y no de sus utilidades”…

Ahora necesitan los “acuavivos” que los voraces polítiqueros le prorroguen el contrato 15 años más, para cumplir con lo que no han logrado efectuar en 10 años, contando con la complicidad de los alcaldes Motoa y Castro, junto a sus concejales.

Se lanzó la Lyonnaise des Eaux con anticipación a pedir el alargue del contrato. Cuentan con el aval del alcalde Adolfo Castro y de una mayoría apreciable de concejales. Para los galos es más fácil y económico, “talvez”, cobrar a los palmiranos - vía tarifa - los sobornos, las primas de éxito, las comisiones y las propinas ilegales que tengan que cancelar en este tiempo, que las que tendrían que pagar dentro de 4 años; además, saben los franchutes aprovechar la actual coyuntura política: estamos en campaña electoral y quienes alguna vez negociaron con ellos, no tendrían ningún recato en volver hoy a renegociar.

Vaya cuento lo urdido para obtener la prorroga: que los bancos BID, BBVA y BANCOLOMBIA, les prestarán $30 mil millones de los $140 mil millones de pesos que necesitan para cumplir con las obras que establece el contrato original, siempre y cuando les amplíen el plazo 15 años más. No cuadran las cuentas, el 70% de la inversión de $140 mil millones, no es el monto del crédito de $30 mil millones que afirman les otorgarán.

La administración del alcalde Motoa Kuri les renovó el contrato de asistencia técnica, por valor de U. S. $7,5 millones de dólares, que estamos pagando vía tarifa. Vaya abuso de autoridad y desprecio de ese alcalde y sus concejales, por las necesidades del pueblo.

Los palmiranos están en la obligación de recuperar la operación y administración de esta infraestructura. Pero no se puede permitir que la politiquería y la corrupción se tomen la nueva empresa que debe constituirse para cumplir con ese objetivo. Para este logro se requiere de un alcalde y unos concejales comprometidos en sacar adelante este proceso, primero, a través de una consulta popular a realizarse un día antes de las elecciones de octubre próximo, en papeleta que diga “si o no” a la prorroga solicitada por ACUAVIVA. Si la respuesta de los palmiranos es mayor por el si, nada se podrá hacer ante la voluntad del pueblo. Pero si la comunidad se manifiesta mayoritariamente por el no, la administración municipal tendrá que ponerse “manos a la obra”. En acto inicial, instalar una auditoria externa y un control interno permanente, eficiente, responsable y comprometido en la protección de la empresa, para que ACUAVIVA no la deje decaer en la etapa final del contrato. Paralelamente, se debe constituir una empresa industrial y comercial del estado, blindada contra la voracidad de los políticos, con una gerencia apoyada en los perfiles que se utilizan en las empresas públicas de Bogotá y Medellín, ojalá en sociedad con los mismos usuarios del servicio.

ACUAVIVA le ha dado un manejo de calidad y responsabilidad a su negocio. Es lo que saben y tienen que hacer. De lo contrario, no ganan dinero para transferir a sus dueños en Francia. También es cierto, que es una empresa que tiene una posición dominante, autoritaria y arbitraria, en contra de sus usuarios y que ha llevado a muchos de ellos a aguantar hambre, para cancelar las facturas, algunas ilegales, para que no les embarguen sus casitas.

ACUAVIVA no ha cumplido con los compromisos pactados en la escritura de arrendamiento de las redes; no ha trasladado a la CVC, los dineros cobrados durante 10 años a los usuarios – por vertimientos y sobretasa ambiental – y que estarían consignados en sus cuentas bancarias obteniendo jugosos intereses; la empresa no tiene asegurado con pólizas de cumplimiento el contrato ni las redes de los sistemas de acueducto y alcantarillado; explota la cuenca del río Nima, sin reinvertir un solo centavo en reforestación, preservación, mantenimiento y recuperación; dice la contraloría municipal en su auditoria, refiriéndose al análisis del contrato: “Razón por la cual el Municipio de Palmira no debe prorrogarlo, ya que además de los riesgos existentes, las facultades otorgadas a la Empresa ACUAVIVA SA E.S.P. no permiten una selección objetiva y efectiva del operador, ni se da la oportunidad de una libre competencia que genere mayores y mejores privilegios tendientes a favorecer los intereses y derechos de los usuarios y del Municipio de Palmira”. Ni hablar de los beneficios que los alcaldes Calle, Motoa y Castro y sus concejales han obtenido para mantenerse en el poder. No hay evidencias de contratos que les permitiera pagar subsidios, por parte del municipio a ACUAVIVA, cobrados por esta empresa por un valor de $4.937.228.660 correspondientes al período abril de 2001 a julio de 2002, existiendo una diferencia de tres mil tres millones pesos ($3.003´0) como detrimento para el Municipio de Palmira.

Ni hablar del beneficio obtenido por algunos concejales con puestos en la nómina de ACUAVIVA; cuentan nuestras fuentes que Luís Alfonso Chávez, tiene 8 amigos políticos allí colocados. William Alberto Rodríguez Cabal, a quien favorecieron nombrando a su esposa en el cargo de Jefe de Control Interno, y de ella se afirma no tiene el perfil profesional, ni la experiencia y la responsabilidad para ejercer el cargo. Referente a Control Interno de ACUAVIVA, dice la contraloría municipal en su auditoria: “no se obtuvo por parte del Municipio de Palmira, documento alguno que permita verificar una actuación diligente en ejercicio de las obligaciones del control interno”.

Los nombramientos de personal realizados por la empresa ACUAVIVA para realizar el cambio de 7 mil medidores, no han sido eficientes, pues no tiene ese personal conocimiento del área urbana de la ciudad; manifiestan nuestras fuentes en dicha empresa, que son los trabajadores antiguos quienes tienen que realizar dicha labor. La convención de trabajo se está violando por la empresa y el sindicato permanece acallado.

Mientras en los juzgados administrativos se surten varias acciones populares contra ACUAVIVA, y los palmiranos se encuentran en pié de lucha para defender sus bienes y recursos de la voracidad de los colonizadores franceses, no deben descuidar por un instante, al alcalde Castro y a su coalición de concejales, así estos últimos lo nieguen, en cualquier momento se podría conocer que, en algún lugar del municipio, se están repartiendo nuevamente “cajitas” con billetes, como prima de éxito para aquellos que de un zarpazo apoyen con su voto la ampliación del contrato.

Y finalmente, el gerente de ACUAVIVA, Álvaro Arbelaez, no debe ser prepotente, engreído y grosero con los palmiranos, pues su millonario sueldo de más de $18 millones de pesos (U.S. $9300 dólares) mensuales, lo pagan los palmiranos con el sudor y el sufrimiento de sus familias.



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2007-06-03


¡NO PAPÁ NO!...

Por: Jorge Londoño Ariza

No podemos presumir de ser buenos padres con el dinero para nuestros hijos, oprimiendo a otros para lograrlo.

Se ha puesto de moda el justificar la corrupción en cada una de las áreas de nuestra sociedad, en nombre de la familia y el futuro de nuestros hijos. Tal argumento resulta cínicamente criminal y dicha justificación claramente egoísta. Son tantos los niños que padecen enfermedades comunes y desnutrición, por causa de los atropelladores que los despojaron de sus derechos. Quienes hayan actuado así y hayan acostumbrado a sus descendientes a pensar de tan desproporcionada manera, les habrán negado la gloria y un espacio en el universo.
La estabilidad de la familia y el bienestar de nuestros hijos, no puede estar sustentado sobre las víctimas de la usura y los despropósitos de la especulación. No es sano construir sobre una opulencia precoz, ni sobre las úlceras de un padre de familia nervioso porque no le alcanza su salario para comprar los útiles escolares, ni la recreación a que tienen derecho sus niños, sólo porque otro robó sus derechos.
No se puede creer que si nuestros críos tienen vacunas costosas y un frasco de compotas a tiempo, sin importar el dolor de los demás, somos excelentes papás y estamos exonerados del juicio elemental de la conciencia; aquella que dictará su sentencia sobre el cadáver del acaudalado egoísta, que un día se negó a compartir y echó mano de la indiferencia para creerse autosuficiente y bueno sólo con los suyos. Los desafortunados no tienen porque pagar los sobrecostos de la codicia, para que un embaucador viva bien con sus parientes e hijos, mientras en su discurso proclama la reivindicación de los pobres.
Si los niños tuvieran la facilidad de expresar su opinión ante los padres que actúan así, con toda seguridad repetirían la frase del ilustre pensador Rafael Torero: ¡No en nombre de nosotros!.
Nuestros descendientes no deben pasar por el bochorno de ser herederos facilistas de una seudodemocracia como resultado del utilitarismo y las sobreutilidades mal habidas, despojando a los que precisan de nuestro deber humanitario. Oportuno recordar a Jorge Eliécer Gaitán, aquel a quien tanto pregonan los impostores en las arengas de los monopolios: “Llegan a la vida pública favorecidos por el privilegio. Una gran herencia que ellos nunca laboraron, que muchas veces son el resumen de incontadas injusticias; que los coloca en un grado de superioridad social lejos de todo mérito, de toda inteligencia y de toda buena voluntad”.
La filantropía familiar no exonera a los megaavaros del atropello, ni les consentirá esconder la codicia y lo perverso de lo contable. La sensatez del conocimiento que le permite a un ser humano discernir entre lo bueno, lo malo y lo eterno, no nos dejará escapar al juicio y la sensibilidad de lo correcto. Quien actúa con premeditación, siente la denominación de cuanto sabe: Agiocicateros: Egoístas del sector financiero o prestamistas amangüalados con los gobiernos y congresistas, que legislan ventajosamente para los dueños de la moneda. Megacobradores: Quienes disfrutan por manejar un monopolio privado de obligatorio consumo. Costofabricantes: Quienes producen artículos de primera necesidad y alimentos de industria que jamás bajarán de precio, así haya materia prima y mano de obra barata. Costomonopolio: Empresa que se lucra, amparada en la legislatura que ellos mismos sobornaron. Los Megatetras: Son aquellos que además de robar los tributos de la comunidad, negocian los impuestos con otros y aceptan el soborno de quienes ordenan leyes, sin importarles las protestas de los indefensos ciudadanos.
Estas son las sentencias de la dictadura convencional de la palabra, de la que ya no podremos zafarnos porque ya forman parte de nuestro raciocinio. La historia se encargará de recordarlo y nuestros descendientes lo sabrán. Así lo ha nominado el Verbo hasta el fin de los tiempos, hasta el final de la vida, cuando se demostrará que todo atropello, de nada le habrá servido al engañador.


Jorge Londoño Ariza
Periodista y escritor colombiano

Palmira - Valle
jlk437@yahoo.es

¿QUÉ ALCALDE NOS MERECEMOS? Por Carlos Alberto Franco

¿QUÉ ALCALDE NOS MERECEMOS?


Por: CARLOS ALBERTO FRANCO

Toda crisis es una oportunidad. Nadie duda de que Palmira vive una crisis hace más de doce años, crisis generada en el modelo vigente de elección popular de alcaldes, modelo que en Palmira – con excepciones que confirman la regla – ha hecho metástasis en todo el tejido social. Es evidente e incontrovertible que todos criticamos - para bien ó para mal - el desempeño de nuestra clase política: parlamentarios, concejales, dirigentes políticos, alcaldes en ejercicio. Ello se explica en buena parte por la gran importancia que tienen los presupuestos públicos en el ámbito regional y municipal, por las cuantiosas transferencias giradas por la nación, para la inversión social. En el caso de Palmira, el 90% de esta inversión se ejecuta con recursos provenientes del SGP y la forma como se direccionan los proyectos hacia la salud, la educación y el saneamiento básico, dejan mucho que desear. La Ley 80 de 1993 de contratación pública, es una tronera en la que cabe todo: se cumplen requisitos múltiples de “legalidad” y todo contrato aparece como legítimo, cuando la etapa precontractual y postcontractual resultan un desastre. Palmira con un presupuesto de $140 mil millones por año, es muy tentador para administrarlo, no importando que hayan transcurrido siete años pagando deudas por Ley 550, acreencias que en el año 2.000 ascendían a casi $100 mil millones de pesos. “Si del cuero salen las correas”, aún con limitaciones presupuestales, todos quienes intervienen en la elaboración, ejecución, control y evaluación del presupuesto, meten la mano en esa apetitosa bolsa. No niego que haya proyectos bien formulados, que cumplen con planes y programas bien concebidos, pero son la excepción. Nuestro gasto e inversión es una colcha de retazos, que obedece a la forma cómo el Concejo Municipal aprueba el Plan de Desarrollo y el Plan Cuatrienal de Inversiones Públicas, y cuando accedemos a los programas de gobierno de los diferentes candidatos a la Alcaldía, encontramos igual proceder: sus propuestas se parecen mucho a una abultada lista de mercado, en la cual el detalle y menudeo son el pan de cada día. Esperemos que para las elecciones de octubre próximo, más allá de qué partidos políticos respalden y avalen las diferentes aspiraciones de los candidatos, estos tengan una intachable hoja de vida, buena experiencia profesional, honestidad, liderazgo, transparencia en su vida pública y privada y ánimo de trabajo en equipo, al lado de una comunidad que respalde esas propuestas progresistas y visionarias. Quienes vamos a votar aspiramos que nos escuchen, atiendan y compartan nuestras quejas y reclamos, iniciativas y propuestas, dirigidas a tantos políticos que se han colocado en la mira de la opinión pública, por desempeños poco transparentes y viciados, que nuestra ciudad no está en condiciones de repetir. Nos merecemos el mejor alcalde, apoyado por el más capacitado gabinete y respaldado en un Concejo admirable. Palmira no resistiría cuatro años más de espera. Diez candidatos que se presentan en público despiertan grandes expectativas y esperanzas, que el pueblo sabrá cómo calificar por su seriedad y compromiso, para sacar avante numerosas soluciones que requerimos en los campo de la salud, educación, el desarrollo urbano, los servicios públicos, la recreación, la cultura, la seguridad y la generación de nuevas fuentes de empleo. Sus nombres: Martín Alonso Alvarado, Diego Fernando Saavedra, Raúl Arboleda, Juan Fernando Reyes, William Espinosa, Herney Rivera, William Rodríguez, Giovanny Storino, Guillermo Cuellar y Fernando Leal.

francodemalatesta@yahoo.com.
Palmira, Junio 4 de 2.007

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