SIN POLO A TIERRA

GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
manferoz@yahoo.com; www.manferoz.blogspot.com
Enero 4 de 2008

Democracia: es un término antiguo que proviene de la unión de 2 palabras griegas: demos, que quiere decir “pueblo” y cracia, que es “gobierno". Significa por tanto, “EL GOBIERNO DEL PUEBLO”.

En un Estado, que tiene como sistema político la democracia, existen diversas tendencias políticas. Los seres humanos somos seres sociales que necesitamos vivir en sociedad. En razón a esa necesidad de conseguir lo necesario para vivir, los seres humanos se asocian en organizaciones y, de aquí, nacen las organizaciones políticas que se crean para influir en las decisiones políticas de gobierno que más tarde han de llevar a la práctica, personas designadas por esas mismas asociaciones de personas que conforman un partido político, elegidas por sus bases populares y no por los directivos de un partido político. En resumen, la función de los partidos políticos es colaborar en la formación de opinión pública y facilitar la participación de los ciudadanos en las instituciones políticas y públicas.

Ahora, el principal objetivo de los partidos políticos es obtener el poder para gobernar y, para conseguirlo, necesitan el apoyo de los ciudadanos que voten a sus candidatos más que a ningún otro. Normalmente, se suelen diferenciar los partidos de derechas o conservadores de los partidos progresistas liberales o de izquierdas. También existen los de centro, aquellos que están entre las posiciones progresistas y las conservadoras. Y Si las posturas se radicalizan, se hacen más tajantes o intransigentes, habrá partidos de extrema izquierda y partidos de extrema derecha. Las expresiones políticas de izquierda y derecha, tienen su origen en la Revolución Francesa: en el Parlamento francés en 1790, los parlamentarios que se sentaban a la izquierda del presidente y querían renovar el sistema, se hacían llamar “reformadores”, mientras que quienes estaban a la derecha, preferían conservar lo que había, se denominaban “conservadores”. Desde entonces, esa distinción ha servido para dividir de manera general a los partidos políticos en todo el mundo.

En el Concejo Municipal de Palmira, tiene curul un miembro de la “izquierda” colombiana. Ibis Danilo Yanguas es el estudiante universitario, concejal del POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO, que alcanzó un escaño en las pasadas elecciones de octubre de 2007. Y, hoy, este concejal, es motivo de discordias, diferencias y oposiciones en las diferentes tendencias que existen entre los militantes de esta organización política. Un sector importante y muy fundamentalista, se opone radicalmente a que el concejal participe como parte de la coalición de gobierno del nuevo alcalde y, otro sector, no menos importante, y tal vez más político, está al lado del concejal Yanguas, buscando participar en la construcción de nuevos espacios políticos desde el poder, para cimentar las bases que les permita ser opción de poder hacia el futuro. Este concejal está en una ´trisyuntiva´: o le cumple a los principios del POLO, defendidos por el ala radical-fundamentalista, o a los intereses de poder, para participar en la renovación de la dirigencia política de ciudad y a sus electores, o a la coalición del nuevo alcalde, que busca progreso con seguridad. Manifiestan algunos militantes del POLO, recalcitrantes opositores a todo lo que sea y huela a gobierno corrupto que – con justa razón –, si Ibis Danilo no se retracta y reconoce como ERROR el haber participado de esa coalición con el gobernante Partido de la U (el partido político de su más acérrimo enemigo: el Presidente Álvaro Uribe), es posible que le apliquen la Ley de Partidos, llegando hasta la expulsión por traición y, que seguramente, entraría al Concejo, en su reemplazo, quien continua en votación: Bernardo Salcedo. Recordemos que, el Congreso de la República expidió una Ley, en la que proclamó que las curules en la Corporaciones Públicas no pertenecen a los elegidos sino a los Partidos.

El asunto está interesante; en rueda de prensa el concejal Yanguas explicará los motivos de su decisión de estar en la coalición; veremos qué y cuáles son las razones que expondrá para salir de ese “atolladero” en el que se encuentra y, en qué y en dónde terminarán, si pierden, este concejal y a quienes ya ha colocado en la nómina de la burocracia municipal como sus cuotas políticas en el uribista gobierno, o qué harán sus más tenaces contradictores “ideológicos”, quienes le tratarán de hacer cumplir a “raja tabla” sus deberes para con el Partido Político POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO.

Ibis Armando Yanguas, a quien no conozco, fue elegido por unas mayorías de votantes, dentro la lista a concejo del POLO; sus electores pudieron ser militantes de esa colectividad política, o estudiantes, o vecinos y familiares sin partido. Su elección es consecuencia de un acto de democracia y sus decisiones, como representante de una sociedad que habita esta polis, son y deben ser hechos de total autonomía política, dentro del marco que él, como miembro único de su bancada, decida realizar. Difícil es y será, que, en una democracia como la nuestra, en donde aún los partidos políticos después de casi 200 años de existencia democratica existente como sistema, sus miembros se pongan de acuerdo para hacer lo que tales o cuales de sus integrantes quiera que se haga, a través de un representante. En una democracia, con organizaciones políticas serias, frenteras y progresivas, no pueden y no deben existir representantes que terminen convertidos en marionetas de ningún ´jefazo´ interesado en hacer oposición así por así y porque si. Y el POLO no es ni será la excepción.

Además, ellos tuvieron su oportunidad de hacer y ser oposición seria, reflexiva y constructiva en este nuevo gobierno, pero los odios personales entre los dirigentes de los Partidos del POLO, Liberal y Cambio Radical, los convirtió en incapaces dirigentes políticos y ahora, como si no tuvieran tanto por hacer, los integrantes de la cúpula local del POLO se enfrascan en más luchas internas que, seguramente, los terminarán convirtiendo en mayores enemigos y separando para futuras contiendas electorales, en vez de buscar caminos de conciliación y consenso, para lograr el progreso que Palmira tanto reclama. ¿Será que en el POLO hay militantes de derecha y militantes de izquierda dentro de la izquierda y, quiénes son ellos? ¿De qué lado se sientan en la mesa de ´unidad´? Construir democracia es un acto de responsabilidad social y de actitud acordes a las exigencias de los electores; no es con demostración de obstrucción del ejercicio de la participación que se construye democracia. Estamos en el siglo XXI.

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