AL PARTIDO LIBERAL LE LLEGO LA HORA DE TOMAR DECISIONES

Por: MANUEL FERNANDO MUÑOZ BENJUMEA

Se llego la época de nuevas elecciones. El próximo año, en octubre 27, se elegirá alcalde, gobernador, concejales, diputados y comuneros. El paso del tiempo es implacable, corre raudo y cada día que pasa, se siente que paso más rápido. Dentro de nueve meses estaremos en medio de agitadas campañas electorales y en 12 meses elegiremos a nuestros nuevos administradores y a los miembros de las corporaciones públicas.

Hasta aquí, pues nada por conocer. Lo mismo que acontece en las informaciones que sobre el tema nos entregan a diario, se escuchan muchos nombres como candidatos, pero no hay uno diferente como aspirante. Otra vez los mismos con las mismas, dice el común de las gentes.

Estamos esperando los nombres de candidatos que sean verdadera opción para iniciar la renovación de la actual clase política, si es que así se le puede llamar a quienes hacen politiquería desde el Concejo Municipal y desde la Administración Central, para que los electores palmiranos tengan la oportunidad de cambiar a aquellos que han asolado y derruido a Palmira.

El otro gran problema, que tampoco es nuevo, es el que los ciudadanos no creen en los partidos políticos actuales. Lo complicado y no entendido por las gentes es, que los partidos recién creados – Partido de la U; Cambio Radical; Alas, Equipo Colombia; Convergencia Ciudadana; Colombia Democrática; Colombia Nueva; etc. – , son organizaciones políticas que se crearon para arrimarse al gobernante que, con su sombra, mayores opciones de supervivencia clientelista y electorera les permitiera. Quienes conforman como políticos, en su gran mayoría, son los barones electoreros que anteriormente se aprovechaban del Partido Liberal. Hoy le sacan, a la brava, al Presidente Uribe Vélez: contratos, puestos y dádivas, a cambio de su apoyo en las necesidades ejecutivas, que son llevadas al Congreso.

Ahora, en este momento, cuando la cimiente del gobierno de Uribe se resquebraja, cuando en el horizonte se ensombrece el panorama Uribísta, muchos de aquellos idos del liberalismo, empiezan a hablar de volver a las huestes liberales. Así, sin ton ni son, Después de ser desleales a su compromiso votado en la transformación del Partido en marzo 10 de 2002 y después de haber traicionado la plataforma ideológica liberal, mostrando sus ambiciones voraces – que siempre les han acompañado… y les continuarán acompañando –, anuncian ser liberales y que por la coyuntura del país están donde están, pero que sus ideales y su partido es liberal. Después de entregar aún más nuestra economía a ese capitalismo salvaje, que es el oligopolico, el de dar apoyo a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros, para que se tomen las empresas del sector público, quieren regresar a casa, a la casa del pueblo colombiano, a la casa que ellos traicionaron, solo por mantener un aval, con el cual volverán a negociar sus oportunidades de supervivencia electorera.

Estamos en el momento preciso en que la Dirección Nacional Liberal, empiece a hacer sentirse. Es la hora de demostrarle a aquellos transfuguistas, que cuando se aprobó en consulta la transformación del Partido Liberal y por tal se adoptaron sus nuevas bases ideológicas e institucionales, ellos que participaron de esa determinación, no pueden burlarse del pueblo liberal regresando después de su abuso para con quien les prestó su aval. A estos se les debe aplicar sin contemplaciones los Estatutos y el Código de Ética, debe el Partido Liberal dar ejemplo y dejar sentado de una vez por todas, su capacidad de respuesta a aquellas 2´566129 personas liberales que votaron la transformación del Partido en marzo del 2002. El Partido no puede ser inferior a su compromiso, será el ejemplo para el futuro de los nuevos dirigentes liberales. Eso esperamos quienes queremos la renovación de los dirigentes del Partido.

El Partido Liberal deberá ser cauto y demasiado prudente para asignar avales a aquellos aspirantes a cargos de elección popular, especialmente con los que no respaldaron a los candidatos del Partido a la presidencia y al Congreso de la República. Así lo disponen los estatutos y el Código de Ética. Muy conocido son quienes apoyaron a candidatos de otros partidos y es deber de los liberales denunciarlos ante la DNL, para evitar el abuso de estos y que le cierren el paso a quienes si se resquebrajaron el hombro en las anteriores elecciones, por los candidatos del liberalismo. No debe existir duda alguna al respecto, por parte de los miembros de la Comisión de Ética y del Veedor del Partido.

Esperaremos decisiones y acciones de fondo de los tribunales del partido, esas decisiones serán claves para el futuro del Partido Liberal Colombiano, con la mira de reconquistar el apoyo del pueblo liberal, apático y abstencionista en estos tiempos, precisamente por las malas actuaciones y ejecuciones de a quienes le dieron el voto de confianza y terminaron abusando del pueblo.

Aún los dirigentes actuales del partido tienen una responsabilidad liberal, no solo con el Partido, sino con las bases del Partido. Recuerden que la democracia reside en el pueblo y es el pueblo quien pide asumir decisiones.


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