2008-03-06

EL ESBIRRO CASTIGADOR

EL ESBIRRO CASTIGADOR


GOTAS DE O2
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
www.manferoz.blogspot.com; manferoz@yahoo.com
Palmira, Marzo 6 de 2008.

Terminaron las sesiones ordinarias del Concejo y se puede decir que algunos concejales, no deberían estar ahí. De común acuerdo con el veedor de la Corporación Pública, don Alberto Salazar, Elizabeth González; Iván Eusse; Miriam Sarasti; Hugo Perlaza; Néstor Morales y Luz Dey Martínez, no sirven para lo que fueron elegidos. Quienes los eligieron, deben exigirles trabajo y responsabilidad. Recuerdo, entre otros, un slogan en la campaña electoral pasada: “si me elige, gana usted, gana su familia y gana Palmira”. Ahora está ganando la concejal Elizabeth González, (la recuerdan en el Bosque Municipal, debe saber por qué) quien vendió su campaña con ese mensaje y pierden usted, su familia y todos en Palmira. Pagarle honorarios a ella y a los ediles relacionados, para que utilicen el reciento del Concejo como la sala de sus casas o de meditación, es como nos demuestran su paupérrima capacidad, formación y conocimiento para defender los intereses públicos. Para algunos politiqueros alcanzar una curul en el Concejo, es un excelente negocio.
Tiene asiento en esa Corporación Municipal, una persona que, como concejal, practica aquella máxima de Michel Foucault: “es feo ser digno de castigo, pero es glorioso castigar”. Me refiero a MARCO TULIO CASTAÑEDA GONZÁLEZ, quien procede como un honorable miembro del Concejo, ayuntamiento que ha perdido respeto en la comunidad, por gente que actúa como él. Desafortunadamente, muchos electores no saben a quiénes eligen, y, otros seguramente, van a las urnas a cambio de dinero, comida y la promesa de un puesto o contrato.
El “honorable” concejal Marco Tulio Castañeda carga sobre sus hombros y conciencia, varios hechos ofensivos que ocasionó cuando fue parte de la administración de su jefe político Miguel Motoa Kuri, quien lo nombró como profesional universitario sin ostentar dicho título, que alcanzó tiempo después. Como servidor público, ungido profesional de manera tramposa, participó en varias sesiones del comité de contratación de prestación de servicios, desde donde impulsó varios contratos, terminando una cantidad de ellos en poder de la Fiscalía, Procuraduría y Contraloría para investigar hechos de corrupción presuntamente cometidos por este esbirro y secuaz funcionario estatal, pesquisas que no han concluido.
Aún resuena en quienes tuvimos la ocasión de actuar en la vigilancia y control ciudadano de esos contratos, que fue bochornoso y detestable cómo este personaje, tan poco digno de ser honrado o acatado como concejal, que sus actuaciones como interventor en aquel contrato de construcción del sendero ecológico en el Bosque Municipal, fueron lesivas para el Municipio. En septiembre de 2002, la Contraloría Municipal, Dirección Técnica de Control Fiscal y Auditorías Integrales, publicó el informe de auditoría, en el cual entre otros hallazgos, afirma que Marco Tulio Castañeda causó algunos daños, entre ellos: “ Daño al Estado, representado en el Municipio de Palmira, debido a despilfarro o pérdida de inversión de $28,6 millones de pesos, lesión de patrimonio público, menoscabo, detrimento, por gestión fiscal antieconómica, ineficaz, ineficiente”; otro de los hallazgos contra el señor Castañeda, citados en dicha auditoria fue: “influir en otro servidor público, prevaleciéndose de cargo, función o jerarquía”. Este es un hecho muy grave, donde la contraloría debe una explicación y la fiscalía no ha fallado. Entonces, el hoy concejal Marco Tulio Castañeda, según esa auditoria, “constriñó” al Administrador del Bosque Municipal, Carlos Alberto Hincapié – miembro de la familia Kuri Motoa –, para que recibiera una obra sin construir de acuerdo a lo especificado. El concejal Castañeda González, quien pertenece al grupo político del senador Germán Vargas Lleras y del Representante a la Cámara Carlos Fernando Motoa Solarte, del Partido CAMBIO RADICAL, certificó como recibida esa obra a satisfacción, obra que no había sido realizada. Otros contratos con complicaciones de corrupción que pudo haber propiciado Castañeda, fueron el del basuro de Coronado y humedal Timbique.
Para Marco Tulio Castañeda en su órbita del poder, la ética y la moral no giran, las excluye según conveniencia. Desde la curul en el Concejo quiere dar lecciones de moral, blandiendo una eticidad que le pesa y queda grande, como también le sucede a su mentor el delfín Motoa. Definitivamente, la viudez del poder lo ha llevado a sacar su falaz mente poética, apta para inventar fábulas, después de haberla utilizado perversamente contra la comunidad y contra Palmira, que le dan de comer. Estoy dispuesto a dar la pelea; la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría deben decidir si sus actuaciones fueron en bien o en contra de los intereses públicos. A este tipo de personajes, que actúan desde lo público, no se les puede descuidar. El “billetico” que gana como concejal, ahora le sirve para “lavar” en la radio, su imagen de empachador.

Coletilla: Ya esta bueno que a los concejales se les siga llamando “HONORABLES”, esta distinción no les suena bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien , preguntele al Concejal William Rodriguez , como hizo para hacerse a la casa en el año 1992, le responderia honesto que eran los ahorros de su novia Mary ordoñez , a la cual la desvalijo sin escrupulos.
Cuando ella llego a ver el fruto de sus esfuerzos en Francia , entonces le salio el fulano vivo.