2007-04-16

Columna de Napoleón Rojas.

QUE NO NOS COJA EL AJEDREZ PRESIDENCIAL

Por Napoleón Rojas.
Abril 16 de 2007.


En Colombia todo presidente, una vez posesionado en su cargo, tiene como meta principalísima, afianzar su poder regional en Departamentos y Municipios. Esto, que le aumenta poder político y le permite una mayor gobernabilidad, es determinante en el éxito o fracaso de su Gobierno. Lo Logra, direccionando la misma maquinaria que lo eligió Presidente hacia la elección de Diputados, Alcaldes y Gobernadores.

Para este propósito, el primer mandatario usa el engranaje de los movimientos políticos que lo respaldaron, utiliza puestos, prebendas y contratos que suministran amigos ya colocados en el gobierno, maneja los medios de comunicación, y proyecta todo tipo de componendas. En fin, todo el poder del estado es puesto, sin reserva alguna, al servicio de los supremos intereses de ganar la partida de ajedrez político mas importante después de su propia elección.

Por esta razón, los resultados electorales en Departamentos y municipios son manipulados por la mano invisible del poder central, a pesar de las mejores intenciones de líderes y comunidades Municipales que ingenuamente colocan entusiasmo, pasión, trabajo, y lo mejor de su visión progresista a favor del candidato de sus preferencias.

Pero como todo en la vida tiene su pero. Uribe, se encuentra con un problema así de pequeñito, y que requiere la mejor brujería para conciliar aspiraciones y colocar así sus fichas en posición de triunfo en el tablero. A saber: En la mayoría de Departamentos y Municipios los intereses electorales del presidente chocan con los regionales de sus mismos amigos, quienes miran con horror como la política macro del primer mandatario menoscaba su poder en los Municipios, lugares donde nacen y se viven intensamente las rivalidades que finalmente determinan su propia supervivencia en la política.

En el Valle del Cauca, por ejemplo, la cuestión es peliaguda. Las tres mas grandes fuerzas políticas de acuerdo a los últimos guarismos electorales, el partido Conservador, la U, y Cambio radical tendrán que compartir sus espacios con el partido Liberal de Gaviria que avanza a pasos agigantados hacia el gobierno (no le queda otro camino porque Serpa se le mamo). Entre estas fuerzas se repartirán la Gobernación, la alcaldía de Cali y posiblemente las alcaldías de Palmira, Buenaventura, Buga, Tulúa y Cartago. En este sentido se viene moviendo, desde hace días, la mano del Presidente. Lo que pasa es que no ha podido armar el trique por las susodichas aspiraciones, permitiendo tiempo precioso, que han aprovechado algunas organizaciones políticas para impulsar coaliciones.

La ventaja del tiempo es muy importante, en no pocas ocasiones, una candidatura ha tomado respaldo popular y solo Dios logra desmontarla.
Para evitarse sorpresas desagradables en Palmira, es mejor tomar decisiones rápidas que fortalezcan una política de triunfo difícil de desmontar.



Posdata: Miguel Motoa no aspira realmente a ser Gobernador del Valle del Cauca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé cuál es su interés en desinformar a través de este medio

El doctor Motoa Kuri, para mortificación del sindicato de la infamia y la injuria, será, porque así está decidido por las estructuras del CR, candidato a la Gobernación del Valle del Cauca.

¿No se cansa usted señor Muñoz de destilar tanto veneno?

¿Será acaso que es este su estilo de promoción de su candidatura al Concejo de Palmira?