2008-06-20

DEMOCRACIA DEL DELITO

¡DEMOCRACIA DEL DELITO!

GOTAS DE O2.
Por: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
www.manferoz.blogspot.com; manferoz@gmail.com
Junio 20 de 2.008

La Corte Suprema de Justicia condenará a Yidis Medina por cohecho, por recibir beneficios para que con su voto se aprobara la reforma a la Constitución que permitió la reelección del presidente Álvaro Uribe Vélez. Y como este delito no se comete con un solo actor, es decir, debe y tienen que existir las personas que dan y quienes reciben, seguramente la Procuraduría y la Fiscalía tendrán que condenar a los funcionarios públicos que están investigando por entregar las dádivas que la Corte ha encontrado ciertamente concedidas a Yidis Medina por el gobierno nacional, para que el presidente se hubiera reelegido. Ahora, ¿Cuánto tiempo gastará la Fiscalía en emitir su decisión en este delito con respecto al ministro de Protección, Diego Palacios, al ex ministro y hoy embajador en Italia, Sabas Pretel, al secretario general de la presidencia de la República y otros funcionarios de menor rango comprometidos en este doloso hecho penal y disciplinario? Al menos, parece, que la Procuraduría suspenderá a los implicados de sus funciones de Ministro, Embajador y Secretario. Ahora, ¿Cuál será la posición que asumirán el fiscal y su vice fiscal en este asunto, si fueron sus subalternos en el Ministerio del Interior y de Justicia, cuando se produjo el delito por el cual se está condenando a la ex parlamentaria Medina? Además, los colombianos se tienen que preguntar, ¿al Presidente, beneficiario de semejante delito, será capaz de juzgarlo y condenarlo la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, su inmediato juez? Toca esperar qué va a pasar.

También nace esta otra pregunta: ¿La Corte Constitucional - quien declaró exequible el articulado que permitió la reelección presidencial -, ahora que se comprobó por parte de la Corte Suprema de Justicia la existencia de la comisión de un delito en esa reforma constitucional, qué va a hacer ante semejante nuevo hecho? Según los analistas políticos, la reelección del presidente de la República, doctor Álvaro Uribe Vélez está comprometida y viciada de un delito doloso, cometido con su complacencia e incluso con su actuación personal, como él mismo lo afirmara en varias entrevistas, manifestando que “este gobierno no compra conciencias, sino que persuade”. Persuadir, según el diccionario de la Real Academia Española, viene del latín persuadére, que traduce inducir, mover, obligar a alguien con razones a hacer o creer en algo. En Colombia está plenamente reconocido, que los parlamentarios, diputados y concejales de la coalisón del gobernante de turno, reciben contraprestaciones por el voto que les permita a los ejecutivos en sus jurisdicciones, alcanzar la aprobación de los proyectos que presenten a las corporaciones públicas para su “discusión” y aprobación o negación. Reconocido “negocio” que ha hecho carrera en nuestro país. Al menos Uribe reconoce que obligó a Yidis, mediante la persuasión. O sino, ¿cómo explicarnos la obediencia de los congresistas cuando Uribe les dio la orden de no votar la reforma política que imponía sanciones a los partidos y movimientos políticos que avalan a quienes terminan involucrados en procesos judiciales, como la parapolítica? Obvio, esa reforma no fue aprobada. No les convenía, sacrificaba a los parientes y amigos-cómplices senadores y representantes de Uribe, presos por semejante traición y deslealtad con la Patria. Igualmente, el gobierno de Uribe no le dio el visto bueno y ordenó “hundir” la Ley que permite la reparación a las víctimas de la violencia que hace tránsito por el Congreso, ¿A favor de quiénes juega el presidente Uribe?

Definitivamente el Presidente Álvaro Uribe y sus parlamentarios obedientes y sumisos no quieren la República, odian nuestra Constitución y prefieren una democracia del delito, en la que solo unos pocos de sus amigos son los beneficiados y las mayorías son las sufridas. Será a través de una “Comisión de Notables”, cercanos a Uribe, quienes reformaran la Constitución, cuando esa reforma debe hacerse a través del Congreso o mediante una Asamblea Nacional Constituyente (Los partidos políticos no deben reunirse con esa comisión, en ningún momento). Esta es otra patada más en el trasero que Uribe y sus seguidores le dan al pueblo colombiano, burlándose con su total complacencia, pues los colombianos terminamos convertidos en ciudadanos alcahuetas y cómplices (un 71% de los colombianos quiere que Uribe continúe gobernando), sin importar que nos deshonran, traicionan y matan al fin (ejemplo entre tantos, los niños que en el Chocó están muriendo de hambre).

“Hay flores que solo abren en la noche; aves que solo vuelan en las tinieblas; plantas que solo crecen en el fango; así hay almas que solo viven en el desorden, creciendo en medio de él con espantosa majestad”. José María Vargas Vila –“ Los divinos y los humanos”.

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