2008-07-26

ROZO, SER O NO SER. Por Carlos Alberto Franco.

ROZO, SER O NO SER


Por: CARLOS ALBERTO FRANCO.
Julio de 2008

El corregimiento de Rozo es emblemático para todos los palmiranos, no solo por la calidad de sus tierras sino por la diversidad étnico-cultural de sus habitantes, gentes trabajadoras vinculadas a una agricultura de pan coger, y bordeada de caña de azúcar por sus cuatro costados. Tiene innumerables problemas tales como la carencia de acueducto y alcantarillado, a la altura de ese poblado rural que inmemorialmente lo ha solicitado. Hoy se mueven intereses poco transparentes de orígenes políticos y direccionados desde fuera, por propietarios de tierras muy valiosas ubicadas en la zona, que quisieran montar un “territorio de bolsillo” aprovechando que electoralmente – tanto Rozo como La Torre y La Acequia – son tierras pródigas para electores. La punta del iceberg ha sido el amago de presentación de un proyecto de ordenanza a la Asamblea del Valle, que podría conllevar a la creación del municipio N° 43 en el Valle del Cauca, nuevo municipio que le cercenaría a Palmira aproximadamente un 25% de su territorio, al pretender anexar corregimientos tales como Obando, Matapalo, La Herradura, Palmaseca, Guanabanal, La Dolores, además de La Acequia y La Torre. Como en el viejo refrán popular, Rozo quiere ser cabeza de ratón y no cola de león, aspirando a constituirse en un ente público, que de acuerdo con la Ley 134 de 1994, Ley 715 y Ley 617, le permita embolsillarse recursos públicos que hoy arbitra Palmira y que ellos estiman en más de $12 mil millones por año. Juegan los lideres separatistas de tan descabellada propuesta a quedarse con numerosas empresas localizadas en las 2 zonas francas, además del aeropuerto internacional de Palmaseca, la Industria de Licores del Valle y sinnúmero de sociedades ubicadas en el corregimiento de La Dolores, para justificar esa aventura secesionista, que ni es viable para ellos, y mucho menos para Palmira: perdemos todos por parejo. Dilian Francisca Toro como senadora de la República no pudo sacar adelante el proyecto de Ley de reordenamiento territorial, aprobado en el Senado y congelado en la Cámara, que permitirá pasar de 1100 municipios actualmente, a solo 800. Mientras el alto gobierno y el Congreso agrupan y cohesionan territorios por regiones, los líderes roceños van en contravía pretendiendo generar un municipio que será inviable por mil razones, especialmente económicas, tributarias, administrativas y ambientales. Arboleda Márquez como alcalde de Palmira, ha convocado a todas las fuerzas vivas de la ciudad, su clase política, diputados y concejales, senadores y representantes, empresarios y líderes comunitarios, para abortar ese engendro que no tiene razón alguna. Su Plan de Desarrollo contempla inversiones por casi $25 mil millones de pesos para el cuatrienio, que permitirán que Rozo despegue de una vez por todas. Construyamos progreso fortaleciendo nuestro espacio vital en la región occidental de Palmira y, en el marco de ciudad región, construyamos entre todos el futuro desarrollo de Palmaseca y su área de influencia, ubicando en tan vasta zona los mejores parques industriales, temáticos, tecnológicos y de servicios del suroccidente colombiano, antes de hacernos ese hara kiri, al cual nos quieren llevar políticos ambiciosos de otras regiones diferentes a Palmira, que hoy pescan en río revuelto. Unión antes que división; cohesión y progreso antes que fraccionamiento y pobreza general. Rozo merece una segunda oportunidad y todos los palmiranos lo rodearemos para que salga del atraso y el subdesarrollo, pero siempre de la mano de Palmira.

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